El próximo domingo 30 de julio, el pueblo dominicano celebra con alegría el “Día de los Padres”. Dentro del Plan Providentísimo de Dios, están contempladas las facultades propias del varón, que llamado libre y voluntariamente al matrimonio ejerce su rol de padre, es decir, cabeza masculina de la familia, y que junto a su esposa, han de inculcar valores humanos, morales y espirituales a sus hijos.
El mejor espejo de aquél que quiere ser un verdadero padre con sus hijos es el mismo Dios Padre Creador. ¿Cómo Dios ejerce su paternidad con sus hijos e hijas? El primer rasgo de Dios, es que ama todo lo creado, su esencia es amar, lo contrario contradice su naturaleza divina.
Por amor creó al hombre y a la mujer, y compartió con la humanidad la riqueza inagotable de su Ser, por amor nos entregó a su Hijo único Jesucristo, y ya al desprenderse de su Hijo, no podía dar más como Padre. Si quieres ser un buen papá, has de amar a tus hijos con amor paternal, así con la misma fuerza, entrega y dedicación que Dios ama a cada uno de sus hijos. El que ama también es capaz de perdonar las ofensas.
Te presento un elenco de preguntas que te ayudarán a reencontrarte contigo mismo, a propósito del Día del Padre. ¿En tu infancia, tus padres te brindaron mucho o poco amor? ¿Durante tu infancia y/o adolescencia fuiste muy maltratado física y psicológicamente por tus progenitores? ¿Asumiste el matrimonio con graves traumas psicológicos no superados?
¿Acaso se puedo dar lo que no se ha recibido? Hemos de decir con cierta tristeza, que si hoy tenemos padres deficitarios desempeñando un pobre papel, es debido a que la parte humana y espiritual, fueron descuidadas, y ciertamente nadie puede dar lo que no ha recibido.
No podemos ocultar el difícil equilibrio de ser un verdadero padre en los tiempos actuales. El mundo ha dado unos giros inesperados. Un auténtico papá, tiene mucho de mamá (tierna, acogedora y cariñosa), aunque tenga muralla de varón inmutable.
Como papá debe aprender el ejercicio de decir no al hijo, cuando la decisión es justa, y sí, cuando lo que le pide es conveniente para su formación.
A ti querido papá te recuerdo que la dimensión espiritual es fundamental para que Dios no sea para tu hijo un adorno, sino el centro de su vida. A ti querido padre te recuerdo que educar no es solo que vaya a la escuela, sino inculcar buenos modales, como urbanidad y civismo.
A ti querido papá, te recuerdo que al orientar, regañar y exigir algo a tus hijos, no deben faltar gotas de amor y ternura.
Hacia fuera del hogar hay muchas tempestades, trata de que tus hijos no solo te vean como su padre, sino también como el amigo y confidente, capaz de escuchar lo bueno y lo malo. Para ser un buen padre necesariamente hay que ser un hijo: “dime de lo que adoleces y te diré cómo fue tu pasado”.
Ser un excelente padre no se improvisa. En estos días los hijos tienen el gesto de llevarles un regalo a los padres, pero muchos otros tienen a su padre en el cielo, unos idos a tiempo y otros a destiempo.
Alguien ha dicho: “Si las lágrimas pudieran construir una escalera, y los recuerdos un carril, caminaría hasta el cielo para traerte hasta aquí”. Implora una oración por el alma de tu padre difunto. Y les deseo, sinceramente, a los padres vivos: ¡Feliz Día del Padre!
Pbro. Felipe de Jesús Colón Padilla
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