La hasta ahora directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle, dimitió este martes tras las críticas suscitadas por los errores en la seguridad del mitin en Butler (Pensilvania) en el que el expresidente Donald Trump (2017-2021) sufrió un intento de asesinato, según adelantó la cadena NBC.
“La misión solemne del Servicio Secreto es proteger a los líderes de nuestra nación. Y el 13 de julio fallamos”, añadió, antes de asumir “toda la responsabilidad” en lo que pasó ese día. También aseguró que se siente “orgullosa más allá de las palabras” de cómo reaccionaron los suyos después de los disparos. Cheatle, que lleva tres décadas en el cuerpo y trabajó protegiendo Joe Biden cuando era vicepresidente, ostenta un cargo político y tiene autoridad 8.000 agentes.
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