Bogotá, 15 abr (PL) La hermana del Nobel de Literatura colombiano, Aida García Márquez, confía en la recuperación de Gabo aunque también está preparada para un desenlace contrario a sus esperanzas.
Uno quisiera que la gente fuera eterna, que no muriera, pero la vida tiene su principio y su fin, es una realidad y hay que aceptarlo, dijo hoy a la emisora Caracol Radio en declaraciones telefónicas desde la ciudad de Barranquilla, donde reside.
Añadió que respeta la voluntad de la familia, que pide no estar indagando por la salud del escritor a cada instante, como también respeta la decisión de García Márquez de ser atendido en su casa de México, donde vive desde hace décadas, en lugar de permanecer internado en una clínica.
Su esposa Mercedes Barcha y sus hijos, Gonzalo y Rodrigo, precisaron hoy que el Nobel se mantiene estable, pero muy frágil. A principios de este mes fue ingresado en un hospital mexicano por una afección bronquial.
El pasado marzo, festejó su 87 cumpleaños y salió a recibir, a la puerta de su casa, un ramo de rosas amarillas y las congratulaciones de periodistas y lectores fervientes de su literatura.
Su hermana Aida, de 83 años, quien publicó en 2013 el libro Gabito, el niño que soñó a Macondo, se reunió ese mismo año con el Nobel durante una larga conversación, saturada de remembranzas, en la que participaron miembros de «la tribu», como el escritor denomina a su extensa familia.
Autor de libros fundamentales en la literatura en lengua española, mas allá de Cien años de soledad, entre ellos figuran El coronel no tiene quien le escriba y El general en su laberinto y un manojo de cuentos y crónicas peridodísticas imperecederos.
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