DAJABÓN.-Los estragos de la fuerte sequía, que por meses ha afectado la producción agropecuaria, se traducen en pérdidas entre los productores, lo que genera preocupación e incertidumbre.
En las últimas semanas criadores de Esperón y Lajas, en este municipio, han reportado la muerte de sus animales por carencia de alimentos y de agua, lo que califican de penoso.
Productos de los citados lugares, dijeron que esas y otras comunidades se están cayendo a pedazos, porque, naturalmente, los efectos de la sequía se reflejan enormemente en la vida de las familias, lo que se traduce en una situación calamitosa.
Esperan que el gobierno lleve al campo algunos planes de contingencia mientras perduren los efectos de la sequía que desde el último trimestre del año anterior viene castigando a las familias campesinas.
“Ya han muerto unas 54 vacas en 2 meses, eso es una cifra para alarmar a cualquiera, pero lo peor del caso es que los animales que están vivos presentan un estado de deterioro progresivo, están flacos, débiles y si pronto no llueve ocurrirá una catástrofe, porque tienden a morir también”, dijo Gustavo Reyes, ganadero
Manifestó que se comunicó con las asociaciones de ganaderos de Dajabón, Guayubín y los criadores de la Caoba, los Caiboníes y Zamba y que les comunicaron que la situación también es crítica y que muchas reses están muriendo.
Indicó que la espina dorsal de la economía de Santiago Rodríguez depende básicamente de la ganadería, pero que ese sector está en una situación crítica y lamentó que las autoridades no hayan acudido en su auxilio.
“Estamos orando a Dios para que llueva y no sigan muriendo más vacas, porque seguirán muriendo muchas”, insistió.
El ganadero sostuvo que tenían reservas de alimentos para dos meses, pero que ya la han agotado y que no tienen medios dónde acudir, por lo que hizo un llamado a las autoridades para que los ayuden.
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