NUEVA YORK — Para Robinson Canó, el tema de su salida de los Yankees de Nueva York es algo que quedó en el pasado, y su enfoque ahora es su nuevo equipo, los Marineros de Seattle.
Me siento bien de estar de regreso y poder ver a mis compañeros con quienes jugué bastante tiempo y frente a los fanáticos y al estadio que me vio crecer, dijo Canó al abordar a ESPNDeportes.com en la concurrida sala de prensa de Yankee Stadium previo al primer partido de la serie contra los Marineros.
La rueda de prensa de Canó en Yankee Stadium con el uniforme de los Marineros giró en su mayoría en torno a un solo tema, dejar toda controversia en el pasado y enfocarse en una nueva era en Seattle. En cuanto a mi salida de los Yankees, esos son temas que ya dejé atrás y ahora solo quiero hablar de mi nuevo equipo y el reto que me espera. Me siento con una gran emoción de estar de regreso aunque sea como visitante.
Canó recalcó que esperaba una buena recepción de los aficionados del Bronx, quienes lo apoyaron a través de toda su carrera en Grandes Ligas antes de trasladarse a Seattle, pero que a la vez entendía que ahora era parte de un rival como cualquier otro.
Una cosa que hay que comprender con los aficionados es que es claro que ya no soy parte de este equipo, ahora estoy con los Marineros. Si me abuchean, de todas maneras les quiero dar las gracias por el apoyo todos estos años, añadió el ahora barbudo segunda base.
Ya no soy un Yankee y me tienen que abuchear porque soy del equipo contrario. Eso lo comprendo, pero siempre voy a tener el mismo respeto por los fanáticos y voy a vivir agradecido de como me trataron mis primeros nueve años.
El segunda base de 31 años de edad no quiso hacer comentarios sobre los fichajes de la temporada baja de los Yankees, que se gastaron casi quinientos millones de dólares en los contratos de los jardineros Jacoby Ellsbury y Carlos Beltrán, el receptor Brian McCann y el as japonés Masahiro Tanaka, a la vez que se negaron a mejorar una oferta de siete años y $175 millones para que pudiera permanecer con el uniforme rayado.
Una cosa que hay que entender es que esto es un negocio. Yo no puedo controlar a los Yankees. Sólo puedo controlar lo que hago yo mismo, sentenció el dominicano. Ellos tomaron su decisión, y al fin y al cabo, ambos estamos contentos, porque yo estoy feliz donde estoy en este momento, de ser un Marinero, así que buena suerte para ellos.
En cuanto a la diferencia principal entre jugar en Nueva York y en Seattle, Canó destacó que aunque se siente muy a gusto en la ciudad de la costa noroeste del Pacífico, no ha tenido la oportunidad de pasar mucho tiempo en ella. Claro que es algo diferente.
Los Yankees son un equipo que ha ganado una gran cantidad de campeonatos. No sé mucho acerca de Seattle, sólo hemos tenido dos series en casa, así que a través del año veré más cuál es la diferencia, pero sí puedo decir con certeza que me siento feliz allí por la forma en que me han recibido los aficionados, la organización y mis compañeros de equipo.
Canó reservó sus palabras más cálidas para Derek Jeter, a quien señaló como siempre un motivo de inspiración y de grandes consejos a través de su carrera.
Jeter se merece todo lo que se ha ganado y verlo de la manera que se va a retirar, con todas sus metas logradas, es algo que cualquier atleta desearía tener, declaró el segunda base, quien jugó junto al capitán por nueve temporadas, siendo una de las mejores duplas de jugadores de cuadro en Grandes Ligas, ganando un anillo de Serie Mundial en 2009.
Aprendí bastante al lado de [Jeter] y me siento orgulloso, es un honor haber jugado al lado de él, concluyó.
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