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*Si el hombre pudiera decir lo que ama
Si el hombre pudiera decir lo que ama, si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo como una nube en la luz; si como muros que se derrumban, para saludar la verdad erguida en medio, pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor, la verdad de sí mismo, que no se llama gloria, fortuna o ambición, sino amor o deseo, yo sería aquel que imaginaba; aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos proclama ante los hombres la verdad ignorada, la verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu como leños perdidos que el mar anega o levanta libremente, con la libertad del amor, la única libertad que me exalta, la única libertad porque muero.
Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
*Luis Cernuda Bidón: Fue un destacado poeta y crítico literario español, miembro de la llamada Generación del 27.
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El círculo que acula
La gente no se equivoca al afirmar que “la situación económica del país no está buena”. Desde que adquirimos uso de razón, siempre hemos escuchado esa cacofonía.
Nunca la situación del país ha estado buena para todos. Y, eso se debe en gran parte, a que la distribución de las riquezas solo se concentra en pocas manos. Ya lo dijeron los organismos internaciones.
¡Basta con que se les dé un vistazo a los principales titulares de los periódicos de ayer! Desde nuestro punto de vista no es una afirmación falaz.
Para los funcionarios y demás círculos del gobierno por ejemplo, de Trujillo, de Balaguer, de Antonio Guzmán, de Jorge Blanco, de Hipólito Mejía, de Leonel Fernández y Danilo Medina, de seguro que no hay mejor momento para la economía que, el que ellos protagonizan o forman parte. Pero, ese período es espectacular para ellos, no para el pueblo.
Si yo hubiese sido un funcionario del Gobierno, posiblemente no estaría escribiendo este artículo, pero como no lo soy y siento en carne viva las crujías que pasa este pueblo, es mi obligación escribirlo.
Nuestros bolsillos no andan bien, están desmejorando. Al dominicano común y corriente no le está yendo bien, ¡seamos sinceros!, porque el crecimiento de la economía no se siente ni se percibe, como quiere aseverar el Gobierno.
El crecimiento casi siempre es para un círculo, no es colectivo.
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