Este domingo el papa Francisco expresó su indignación ante la violencia dirigida contra las minorías religiosas en Irak, donde los niños mueren de sed y hambre, y declaró que ha llegado la hora «de poner fin a estos crímenes», informa ‘The Guardian’.
Durante su tradicional bendición dominical, Francisco dijo que las noticias de Irak «nos dejan en la consternación y la incredulidad».
Recordamos que los extremistas de Estado Islámico han asesinado a 500 miembros de la comunidad yazidí, un antiguo grupo religioso kurdo, «enterrando vivos a niños y mujeres» en fosas comunes.
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