El presidente dominicano, Luis Abinader, volverá a ocupar los próximos cuatro años la jefatura de Estado de República Dominicana, después de que este domingo lograra un amplio triunfo electoral en primera vuelta, al conseguir cerca del 60 % de los votos.
Según la Junta Central Electoral (JCE), con algo más del 36,6 % de los votos escrutados, Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), obtuvo el 58,24 % de los apoyos.
Este porcentaje representa más del doble que lo obtenido por el segundo mejor clasificado, el tres veces presidente dominicano Leonel Fernández (1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012), quien con la opositora Fuerza del Pueblo cosechó el 27,87 % de los sufragios.
La tercera posición fue para el expresidente de la Cámara de Diputados y antiguo alcalde de Santiago (segunda ciudad del país) Abel Martínez, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), quien reunió un 10,73 % de los sufragios.
El último mandato de Abinader
Tanto Leonel Fernández como Abel Martínez reconocieron en sendas llamadas telefónicas al ganador, el triunfo de Abinader, quien en su discurso tras confirmarse su victoria aseguró que «República Dominicana ha cambiado y ha cambiado para siempre».
Un Abinader que también dijo que quiere «seguir profundizando el cambio» porque, subrayó, «en la República Dominicana lo mejor está por venir».
Y para hacer realidad ese prometedor futuro tiene apenas cuatro años por delante, porque este -prometió- será su último mandato y no volverá a ser candidato a la Presidencia de la República, respetando así el límite de dos períodos establecidos en la actual Constitución.
Este es un gran año para el PRM, ya que al triunfo de Abinader y su vicepresidenta, Raquel Peña, en las presidenciales se suma la aplastante victoria en las legislativas de este domingo, donde esta formación y su veintena de partidos aliados se van a hacer con la mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados, además de la gran victoria que obtuvo en los comicios municipales de febrero pasado.
De esta forma, se pone así fin a una jornada marcada por la tranquilidad, pero en la que no faltaron las denuncias por parte de la oposición y de movimientos cívicos sobre la existencia de ciertas irregularidades en las elecciones, en especial la existencia de boletas premarcadas, la compra de cédulas de identificación o el proselitismo en centros de votación o en el entorno de ellos.
Según Participación Ciudadana (el capítulo dominicano de la organización Transparencia Internacional), estas prácticas fraudulentas han disminuido en relación a elecciones anteriores.
La misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) para estos comicios, encabezada por el expresidente chileno Eduardo Frei, resaltó la «gran responsabilidad cívica de los votantes en todo el país» y una importante afluencia a las urnas.
Unas elecciones marcadas por la tranquilidad
Durante las diez horas que duró la votación, los dominicanos acudieron, sin aglomeraciones pero de forma continua, a los algo más de 16.700 colegios electorales habilitados en territorio dominicano, que se sumaban a los 1.566 centros en el extranjero, en 46 localidades de 35 países.
Sin incidentes de importancia, en contraste con las a veces sangrientas campañas y comicios de antaño, el proceso de votación transcurrió con bastante tranquilidad.
Este domingo estaban llamados a las urnas algo más de 8,1 millones de dominicanos, incluidos -por primera vez- los presos preventivos.
Una de las sorpresas de la votación la protagonizó Roque Espaillat ‘El Cobrador’, candidato presidencial del Partido Esperanza Democrática de Ramfis Trujillo, nieto del dictador Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961).
Espaillat es el único de los otros seis aspirantes a la Presidencia -al margen de Abinader, Fernández y Martínez- que consigue superar el 1 por ciento de los votos, porcentaje superior al obtenido por Miguel Vargas, del histórico y emblemático Partido Revolucionario Dominicano (PRD), fundado en 1939 y que ha rondado solo el 0,50 por ciento de los votos. EFE
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