Por el hecho fueron detenidos los haitianos solo identificados como Alfonso, Roberto y Yubí.
Durante el interrogatorio, Alfonso admitió que él, junto a los otros dos, se presentó a la finca en la que el occiso era capataz para cobrarle una deuda económica que éste tenía con él. Sostuvieron una discusión que terminó con la muerte de Silverio Yosef.
De acuerdo con la Policía, los tres haitianos se presentaron a la finca y luego de sostener la violenta discusión con éste, le entraron a tiros y lo decapitaron, logrando estos escapar desde que cometieron el hecho.
El cadáver se encuentra en la morgue del Hospital Universitario San Vicente de Paul.
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