El comité proconstrucción de la carretera Corocito-El Rubio, de unos 14 kilómetros, paralizaron sus labores e impidieron el tránsito vehícular por la vía principal con la quema de neumáticos y la colocación de obstáculos, tales como piedras, ladrillos, blocks y gruesos troncos de árboles que cortaron en el mismo lugar.
El joven José Miguel Estévez (Miñín), de 27 años, denunció que varios agentes policiales lo golpearon cuando estaba frente a su casa, mientras los protestantes incendiaron varias neumáticos.
“Yo estaba en el frente de mi casa y vinieron dos policías con fusiles y pistolas en manos y me agarraron por la espalda, me dieron culatazos en la cara y me amarraron los pies, como si yo fuera un delincuente”, precisó Estévez.
Luego de gestiones de varios dirigentes comunitarios y presidentes de juntas de vecinos de la comunidad, las autoridades policiales dejaron en libertad a Estévez.
Los moradores de 39 secciones de este municipio son afectados por el mal estado de la carretera. Dicen que no puden sacar sus productos a los mercados, pero además los niños y los adultos padecen enfermedades respiratorias a causa de la inhalación del polvo.
Josefa Ramona Clemen informó que desde hace 12 años reclaman la construcción de la carretera y sólo les hacen promesas. Dijo que incluso, una vez el senador peledeísta Julio César Valentín fue al lugar y dio un primer picazo, pero que todo se quedó ahí y en los medios de prensa.
Juan Azcona, vendedor de productos en las comunidades serranas, indicó que apoyan el paro porque es justo y ya los residentes no soportan más el mal estado de la carretera.
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