El vuelco político en Argentina es una lanzada a la piscina. Esperemos, por el bien de todos los amigos que tengo allí, que la piscina tenga agua. Ayer, en un encuentro internacional de escritores en el que participé vía online, uno de ellos llegó a decir que tenían que elegir entre un presidente que los está llevando a la ruina y un loco. Y en esa están. Milei es una incógnita, un futuro incierto, un riesgo patente. Los que lo vemos desde fuera, la mayoría de las veces en videos descontextualizados, vemos al loco. ¿Será capaz de sacar al país de la inflación situada en más del 140 % y una tasa de pobreza del 40%? A saber. Oiga, que quizás lo haga. “Peor que los que están, no será”, dirán los argentinos.
Pues mal tiene que estar la cosa para agarrarse a este clavo, que arde a cada palabra que dice. El populismo de decirle a la gente que va a solucionar lo que la gente demanda y hacerlo de una forma histriónica y, si me apuran, hasta ridícula; ha conseguido ganar por goleada. Venció con el 56,69% de los votos al candidato peronista Jorge Massa que reconoció la derrota sin paliativos. Se convierte así, Argentina, en un gran tubo de ensayo en el que veremos cómo funcionan las teorías de la anarquía liberalista en las que el Estado no tenga nada que ver con la economía del país y todo se genere de forma espontánea. Yo le tengo miedito. Alguien tiene que dar respuesta a la pobreza de la población y a los problemas de la humanidad. Y ese, no va a ser el mercado libre en manos de unos pocos y voraces que lo controlan.
Pues, los simpatizantes acudieron a la celebración con motosierras. No estoy irónico, es real. La misma que él mostró en algún mitin y con la que va a cortar el gasto público. Esto es lo que hace que los gobiernos quieran un pueblo “atontolinado” y sin cultura. Que cualquiera que me diga lo que quiero oír y no me haga pensar, ese es mi amigo. No fomentar el espíritu crítico y el pensar de forma personal, hace que cualquiera nos pueda convencer de sus ideas, aunque estén equivocadas. Y así nos va. Al final, todos con motosierra.
Deja un comentario