Si de algo debe sentirse un pueblo orgulloso, es el hecho de respetarse como nación, cuando alguien desde dentro o desde fuera intenta pisotear su dignidad humana. La reacción de un pueblo indignado fue la correcta, y la renuncia del señor Gobernador Ricardo Rosselló Nevares, era inminente y necesaria, pues la paz social amenazaba con naufragar en la Isla del Encanto.
Para gobernar a un Estado, no solo se legitima en las urnas cada cuatro años, sino que sus acciones y políticas a favor de su gente, provoca que el pueblo lo legitime cada día.
Puerto Rico ha experimentado en los últimos años un descenso notable de su economía, no porque no produzca riquezas, sino porque la corrupción no le ha permitido que sus ciudadanos tengan mejor calidad de vida. Su deuda pública sigue siendo preocupante.
El detonante del estallido social, contra el joven gobernante Rosselló, lo indujo el escándalo desatado de un chat privado de Telegram, donde participaban activamente algunos del círculo íntimo de sus funcionarios, asesores, y cabilderos con en el que denostaba a rivales políticos, artistas, periodistas y comunicadores.
La burla, los insultos, amenazas, comportamiento homofóbico, era el patrón de conducta del renunciante gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló Nevares. Además se le atribuye o mal manejo a raíz del Huracán María, así como corrupción en el uso de los fondos públicos, algo que luego habrá que comprobarse.
Para que el primer Mandatario del Estado renunciara, bastó que saliera a las calles un mar de gentes, fueron ingeniosos y creativos en el modo de expresar su descontento. No hubo violencia, ni balas asesinas, tampoco derramamiento de sangre, fue una protesta espontánea, donde los puertorriqueños mostraron unidad, valor y sensibilidad. Luchar por la justicia, la decencia y la honestidad, es darle a Puerto Rico, un futuro los hijos e hijas que van creciendo, y merecen un buen legado.
Ha sido oportuno el comunicado de prensa de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña, convocó, como hombres de fe en Dios, a una Jornada de Oración de 24 horas con Jesús por la paz, que aún necesita el pueblo hermano de Puerto Rico.
El máximo representante de la Rama Ejecutiva, el Señor Rosselló, se deslizó por los pasillos cibernéticos de la imprudencia. Según los mitrados, el Señor Gobernador, había caído en el abuso irresponsable de ese espacio sagrado de gobernanza. Sostienen que ciertamente los medios electrónicos aportan mayor rapidez y eficacia. Pero dichos medios han de usarse con la debida prudencia y responsabilidad.
Finalmente unos de los párrafos del comunicado público expresaba textualmente: “…Usted ha abusado al corromper y atacar a personas y grupos de nuestro vivir democrático desde su espacio sagrado de ejecución en el poder de la Rama Ejecutiva que ya no puede seguir ejerciendo”. Estas palabras eran una invitación a que renunciara como de suyo renunció el pasado miércoles 24 de julio.
Puerto Rico ha dado una muestra ejemplarísima de civismo como pueblo caribeño. Los boricuas nos han dado una lección de democracia, que ha de servir a los países vecinos de la región del Caribe, Centro América y Sur América, donde la corrupción e impunidad, se ha convertido en triste una cultura de muerte.
Que la gracia de Dios y la luz del Espíritu Santo acompañe, al pueblo hermano de Puerto Rico, y que la Madre de la Divina Providencia les cubra con su regazo materno.
Pbro. Felipe de Jesús Colón Padilla. El autor es, Juez del Tribunal Eclesiástico.
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