“Nada hay más admirable y heroico, que sacar valor del seno mismo de las desgracias, y revivir con cada golpe que debiera darnos muerte”. Louis-Antoine Caraccioli (1719-1803) Escritor y poeta francés.
La advertencia del presidente de la JCE El presidente de la Junta Central Electoral, doctor Roberto Rosario, advierte que las elecciones que se celebrarán el 15 de mayo del 2016 serán muy complejas, debido a múltiples limitaciones, en especial la falta de recursos para garantizar un proceso sin tramas.
A su juicio, es preciso la aprobación de las leyes que contribuyan con la equidad en la campaña electoral y la transparencia en la utilización del financiamiento, porque aseguran unos comicios diáfanos.
Se queja de que la JCE por si sola no puede garantizar igualdad y equidad, sobre todo, si no dispone de los recursos humanos, técnicos y materiales, factores claves para enfrentar con responsabilidad los desafíos del presente para asegurar un mañana promisorio.
La insinuación del doctor Roberto Rosario nos preocupa, porque se trata del presidente de la institución responsable de organizar las elecciones presidenciales, congresionales y municipales, es decir, del organismo encargado de establecer políticas que preservar el ensayo democrática y pautar los programas orientados a evitar confusiones, dudas y temores sobre los comicios.
Es cierto, de eso no cabe duda, que las próximas elecciones serán complicadas, porque en un mismo día se votará por el presidente y la vicepresidenta o vicepresidente, por senadores, diputados, alcaldes y regidores; no será una tarea fácil.
No obstante, es nuestra apreciación, los jueces de la Junta Central Electoral están en el deber, es un mandato constitucional, de propiciar la democracia en el sufragio y ofrecer resultados confiables en busca de despejar desconfianza.
Como el presidente de la JCE ha expuesto las precariedades, procede entonces, que el Gobierno Central, los dirigentes de los partidos políticos y la sociedad civil reflexionen a la luz de la advertencia expuesta por Roberto Rosario y asumen un compromiso con la suma de esfuerzos, energías y voluntades por la salud de la democracia.
No hay excusa para el retroceso, el momento demanda responsabilidad y transparencia, por tanto, no se puede sembrar desaliento en el seno de una sociedad que no soporta más dificultades y, mucho menos, acciones que atenten contra la débil plataforma democrática que impera en nuestra nación.
Mujeres en acción
Las mujeres santiagueras que hacen carrera política se convierten en gladiadoras que forjan espacios con mucha dignidad y no están dispuestas a ceder el poder conquistado.
Por eso las regidoras Soraida Cabrera (PRD), Amarilis Baret (PRM), Daysi Díaz (PRM) y Evelyn Meléndez (PRSC) están consagradas en la promoción de sus proyectos políticos para permanecer en las posiciones que han conquistado a base de talento, sacrificio, disciplina y un trabajo tesonero.
Las damas son desafiantes y encaran los retos en todos los escenarios, porque están convencida que en política los espacios no se ceden, por el contrario, deben afianzar tras ser conquistados.
Por eso las chicas forman un ejército de rostros hermosos y con una fortaleza espiritual y militancia sólida en la defensa de sus derechos y de impulsar programas en busca del desarrollo sostenible del Primer Santiago de América.
Ellas, en una muestra de la superación y crecimiento de la mujer dominicana, están indetenibles, porque nada ni nadie detendrán su marcha por la igualdad, la equidad, la justicia social y la verdadera liberación del pueblo.
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