San Ramón, nacido en Portell, Cataluña, España, en el año de 1204. Nonato es apodo, porque nació después de haber fallecido su madre. Para su nacimiento, se procedió -usando la daga de un cazador- hacerle una cesárea para que el niño lograra nacer. Rara vez una criatura sobrevive si la madre muere en pleno parto. Ramón, significa protegido por la divinidad.
Dios tiene un plan con cada persona, y se descubre cuando la vida la hemos puesto en sus manos, y se desvirtúa cuando el hombre quiere hacer las cosas sin contar con Él.
San Pedro Nolasco, fundó la Orden de los Caballeros de la Merced, allí el inquieto Ramón ingresó con la anuencia de su padre. Al poco tiempo realizó la profesión como mercedario. Creció rápidamente en las virtudes evangélicas, y asumió tareas del Padre fundador, y se ganó su confianza y la admiración de los miembros de la comunidad.
Fue enviado al norte de África con dinero para rescatar a los cristianos cautivos de las manos de los musulmanes. Cuando se agotó el dinero, tuvo la valentía de ofrecerse como rehén a cambio de la libertad de muchos prisioneros, cuya fe estaba puesta en peligro, y la situación se tornó desesperante para ellos y su familia.
Mientras estuvo cautivo fue tratado con una crueldad terrible. Evangelizó y bautizó a los inconversos mahometanos, algo que molestó al gobernador de aquel entonces, que arremetió contra el santo con castigos severos. Lo condenó a pena de muerte. Había un grupo interesados en cobrar una suma de dinero para su rescate, e intercedieron para que se conmutase la pena de muerte por la flagelación. San Ramón continúo ayudando a todos los cristianos que estaban en peligro, el miedo no estaba en el mapa de su piel.
El gobernador enfurecido ante la audacia y valentía del joven Ramón, ordenó a sus soldados que el santo sea azotado en todas las esquinas de la ciudad y que además se le perforasen los labios con hierro candente, y se le colocó un candado para que no predicase el Evangelio, solo se abría para darle de comer. En aquel lugar permaneció unos ocho meses.
San Pedro Nolasco envió algunos miembros de su Orden religiosa para rescatarle. Al principio se resistió, pero obedeció a la comunidad. No obstante pidió a Dios que aceptase sus lágrimas como ofrenda por aquellos hermanos en cautiverio.
Al regresar a España, el papa Gregorio IX, lo nombró cardenal, pero permaneció indiferente a tan alto honor. Sus hermanos de comunidad le insistían que aceptara el capelo cardenalicio. Obedeció y emprendió el viaje. Mientras iba de camino, una espantosa fiebre envolvió su cuerpo, había transitado diez kilómetros, y en el pueblo de Cardona, próximo a Barcelona, la muerte le sorprendió, el 31 de agosto de 1240, tenía alrededor de 36 años de edad. El papa Alejandro VII, lo incluyó en el Martirologio Romano en el año de 1657. San Ramón Nonato es, el patrono de las parturientas y las parteras, de los niños recién nacidos, de las personas falsamente acusadas. El papa Benedicto XIV, propuso suprimir del calendario litúrgico la fiesta de San Ramón, por la dificultad de encontrar documentos fidedignos sobre su vida.
Oración: ¡Oh! Glorioso San Ramón Nonato, patrono de las embarazadas, y de las parteras. Tú que naciste del vientre de una madre muerta, te pido con el corazón en la mano, que protejas y cuides a las embarazadas y a los niños recién nacidos. ¡Oh excelso patrono! Defensa de los se ven calumniados por los maliciosos, intercede para que resplandezca la belleza de la verdad, de la justicia y del bien común. Escucha mis oraciones que hoy te imploro. Que así sea. ¡Amén!
El autor es, Juez del Tribunal Eclesiástico
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